10 pasos para destacar y dejar de ser un inmobiliario promedio

El sector inmobiliario es uno de los más atractivos del mercado laboral, no solo por sus altas retribuciones, sino porque en estos tiempos existe una alta demanda.

El público requiere profesionales que sepan entender sus necesidades para poder ofrecerles la experiencia de compra o venta soñada, así que hoy te quiero descubrir 10 pasos para destacar y dejar de ser un inmobiliario promedio.

Día a día, miles de vendedores y compradores buscan la asesoría profesional que les permita cerrar una operación rápida y satisfactoriamente y la oferta de servicios a la que el cliente vendedor se enfrenta es colosal.

Cientos de inmobiliarias exhiben su publicidad en redes sociales, grandes anuncios en edificios, campañas de radio y televisión… además de contar con la opinión y recomendación de familiares y amigos, que hacen que la tarea de elegir quien represente sus intereses sea complicada.

En todo este mar inmobiliario, el que destaca es el «tiburón» que conoce su negocio, sabe cómo venderse y es muy consciente de sus fortalezas y debilidades, por lo que toca sentarse a analizar si estamos en la cúspide de la cadena alimenticia o solo somos otro pez en el océano, igual a todos los demás.

¿Soy un inmobiliario promedio?

Requiere cierto valor ponerse delante del espejo y reconocer que como agentes inmobiliarios, somos más bien del montón y nos:

  • Quejamos continuamente de cómo va el mercado.
  • Enfadamos porque los clientes compradores no son fieles.
  • Fastidia tener que coger el teléfono para resolver dudas.
  • Parece que no hace falta hacer más esfuerzo que el que ya hacemos.

Tal vez somos de los que dejamos todo para el último momento, y descubrimos en la puerta de notaría que el piso tiene cargas de las que no sabíamos nada.

O nos aferramos a la fantasía de contar con 400 notas de encargo pensando que en cualquier momento sonará la flauta y entrará el cliente perfecto, en lugar de dar el salto a trabajar con pocos clientes en exclusiva.

Tenemos miedo y no queremos arriesgarnos, probablemente por nuestro ambiente de trabajo, cargado, lleno de competencia y rodeados de personas que tienen la misma actitud que nosotros, que nos hace pensar que no podemos hacer las cosas mejor.

Igual tampoco dedicamos el tiempo que requiere a formarnos, porque pensamos que aprender nuevas competencias y estrategias de los profesionales está bien, pero no compensa el esfuerzo económico y logístico que nos supone asistir a un curso.

El inmobiliario promedio vive en ese sitio silencioso, estable y sin sobresaltos llamado zona de confort.

Ahí puede quedarse sin que nadie le moleste, pero también quizás, suspira por todo aquello que ve a otros hacer en su sector pero que no se atreve a intentar.

¡Adiós al Plan B!

Es fácil ser inmobiliario promedio en épocas de bonanza, pero cuando el mercado da un vuelco, sólo los agentes destacados crecen personal y profesionalmente y consolidan su negocio.

¿Qué los distingue de los otros? El hambre. El hambre por ganar, por construir un proyecto a largo plazo, por obtener el reconocimiento de sus clientes, por dejar huella en todo lo que hacen.

El camino al éxito nunca es fácil, pero hay muchas más posibilidades de avanzar cuando se tienen claros los objetivos y se ponen sobre la mesa los sacrificios que estamos dispuestos a hacer, así como los hábitos que necesariamente habremos de corregir.

Aunque es lógico que queramos cubrirnos las espaldas en caso de que las cosas no salgan como queremos, contar con un plan B alternativo tiene el peligro de interrumpir nuestros proyectos quizás justo cuando estamos a punto de triunfar.

Es mejor ponerse un plazo razonable para desarrollar todo nuestro potencial sin interferencias y seguir trabajando día a día sin descanso para ver qué tan lejos podemos llegar.

Da igual si antes:

  • No has tenido la motivación adecuada,
  • No te has rodeado de las personas correctas,
  • No has logrado cambiar tus hábitos,
  • No has estado dispuesto a sacrificar tu confort para conseguir tus objetivos.

Lo importante es el aquí y ahora, y lo que cuenta es tener el valor de reconocer tus fallos para poder empezar de nuevo.

10 pasos para destacar y dejar de ser un inmobiliario promedio

  1. Sé valiente. Reconocer con humildad que eres un agente promedio es el primer paso para encaminarte hacia el éxito. Sé autocrítico y analiza si las opiniones externas, hábitos, metodología de trabajo o tu miedo al fracaso te están impidiendo desarrollar todo tu potencial.
  2.  Escribe cuál es tu por qué. Tómate tu tiempo para pensar cuál es tu motivación, por qué quieres conseguir lo que quieres conseguir y ponlo por escrito. Cada vez que flaqueen tus ánimos, léelo para volver a centrarte en tus metas.
  3. Sueña en grande. Si crees que puedes hacer uno, multiplícalo por 10. Atrévete a soñar con esa vida satisfactoria y económicamente resuelta que te mereces, con esa oficina con treinta agentes a quienes diriges, con esos premios futuros por tu buen desempeño.
  4. Haz una lista con todos aquellos hábitos que sabes que debes cambiar y los sacrificios que estarás dispuesto a hacer para conseguir tus metas. Sé consciente de que no será fácil, pero valdrá la pena.
  5. Encuentra un socio responsable, centrado y formado para conseguir tus sueños. Rodéate de gente que te motivará a perseguir tus objetivos, no la que solo te dará una palmadita en la espalda. Puede que sus críticas te duelan, pero eso es lo que te ayudará a crecer y mejorar.
  6. Deja de justificarte con todo tipo de excusas y adáptate a las circunstancias que se te presenten. A nadie le gusta la gente victimista; los amigos exitosos no querrán frecuentarte, así que busca soluciones, no excusas y enfrenta tus dificultades con entereza.
  7. Obsesiónate con el proceso, no con el resultado.  Es muy gratificante conseguir lo que soñamos, pero el camino está lleno de desvíos, vericuetos y contratiempos que son los que en realidad nos ayudarán a forjarnos como buenos profesionales para poder adquirir la experiencia que nos posibilitará resolver situaciones futuras.
  8. Llena tu día de optimismo y motivación, especialmente por las mañanas. Puedes acompañarte de música alegre, vídeos motivacionales y agradecer todas tus bendiciones. El día cambia cuando hemos dedicado los primeros momentos a ponernos a tono para afrontar todo lo que se nos ponga delante.
  9. Toma nota de quien te rodea (familia, amigos, compañeros de trabajo) y recuerda apuntar el área en la que destaca. Si no pertenece a tu ámbito y además es un profesional destacado, es posible que lo mejor sea ignorar sus consejos, que aunque tengan buenas intenciones, la mayor parte del tiempo provienen de sus propios miedos.
  10. Haz una locura. Sé el primero en poner un anuncio panorámico con tu cara en la calle principal de tu ciudad, atrévete a hacer Tiktoks aunque le tengas respeto a la cámara, organiza open houses creativos y diferentes, o simplemente no te levantes de la mesa hoy hasta que hayas hecho 50 llamadas de captación.

Cualquier cosa que valga para que destaques y para que los clientes se den cuenta de que eres diferente a los demás.

Recuerda, la oferta de profesionales inmobiliarios es muy amplia, y los clientes tienen que comprar o vender necesariamente, con uno o con otro.

 

¡Esta es tu oportunidad de destacarte!
¡Sé el profesional que tus clientes necesitan y recomiendan!

 

Y para que sigas descubriendo cómo se forja a un inmobiliario de éxito, antes de terminar 10 pasos para destacar y dejar de ser un inmobiliario promedio, te invito a ver la entrevista que realicé a Ignacio y Marcia Venezuela, Bróker y CEO respectivamente en The Valenzuela Real Estate Group.

 

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