No podemos olvidar que el primer acercamiento que tienen los compradores se da a través de fotografías que los clientes pueden ver en los portales inmobiliarios o en los escaparates de las agencias. Esto funciona como un primer filtro y solo tenemos una oportunidad para llamar la atención y hacer que los potenciales compradores se enamoren de nuestra propiedad y quieran concertar una visita.
Previo a la sesión de fotos que organizaremos en el inmueble, es importante haber dedicado algún tiempo a acondicionarla según hemos comentado en el apartado de homestaging; los espacios amplios, limpios y desprovistos de elementos personales ayudan a que el cliente pueda visualizarse ahí con más facilidad. Incluso en el caso de propiedades aún habitadas, es importante hacer un esfuerzo para preparar el piso para la sesión fotográfica, aunque suponga tener que reacomodar la decoración más de una vez.
Lo mejor es elegir un día soleado, en la medida de lo posible, y agendar la sesión durante las últimas horas de la mañana o las primeras de la tarde. Es necesario dedicar suficiente tiempo a fotografiar las distintas estancias de la casa sin prisa, para poder contar con varios ángulos cuando elijamos aquellas fotos que van a acompañar a nuestro anuncio.
Hay que evitar el uso de gran angular de forma generalizada, porque ofrece una perspectiva que no se ajusta a la realidad y que puede ser motivo de decepción en las visitas, además de resultar visualmente artificial. Se trata de mostrar la mejor cara de nuestra vivienda, sin por ello alterar las características reales de la misma.
¿Cuáles son las partes de tu piso que destacan por su luminosidad, su amplitud, la calidad de los materiales? Apuesta por realzar estos aspectos en las fotografías que tomes y concéntrate en estas habitaciones. Al momento de elegir las tomas para los anuncios en portales, recuerda poner en portada fotografías del salón o la cocina antes que de los baños o pasillos, porque estos últimos, aunque necesarios en una propiedad, son fácilmente reformables y tienen menos peso para inclinar la balanza para que los compradores soliciten visitas.
Por último, no escatimes en la calidad de las fotografías. Recuerda que tienes una sola oportunidad para impresionar a tus potenciales compradores: fotos borrosas, mal encuadradas, de estancias que no estén ordenadas o con poca iluminación se quedan en el recuerdo de quienes las ven durante meses, haciendo que en los procesos de búsqueda se descarte la propiedad a primera vista. ¡Una serie de fotos de calidad es el mejor instrumento para invitar a los clientes a explorar el anuncio y solicitar una visita!