Mercado inmobiliario amistad

Cómo asociarte en el mercado inmobiliario sin peligrar la amistad

Emprender en el sector inmobiliario es una apuesta que requiere, además de ilusión y ganas de trabajar, del apoyo de tu entorno. Incluso en los primeros estadios de la planeación de tu sueño, es importante contar con los buenos consejos y la empatía de la gente que te aprecia y que quiere verte triunfar.

Si bien ese papel lo puede desempeñar tu pareja, tus padres o tus hijos, lo más probable es que ninguno tenga los conocimientos necesarios sobre el negocio, y no puedan o no quieran compartir contigo las arduas horas para diseñar tu plan a largo plazo, por más que se alegren de tus logros.

Asociarte en el mercado inmobiliario sin peligrar la amistad

Iniciar tu negocio inmobiliario es menos aterrador si tienes a tu lado un amigo de confianza que quiera embarcarse contigo en esta aventura.

Los vínculos emocionales y la historia común pueden dotar al proyecto de una autenticidad y solidez para poder superar los retos y los obstáculos que se vayan encontrando por el camino.

Sin embargo, no puedes perder de vista que la naturaleza de este tipo de relación también puede hacer más difícil tomar decisiones controvertidas y delicadas, aunque necesarias, y es importante que antes de lanzarte a la aventura te hagas algunas preguntas y sientes las bases de esta nueva relación profesional.

¿Cualquier amistad me vale?

Igual que no llamaríamos a una compañera del instituto a la que le tenemos cariño pero hace tiempo que no vemos para acompañarnos al hospital, ni nos limitaríamos a tomar un café cada tres meses con nuestro mejor amigo, es primordial saber escoger ESA amistad para asociarte.

Lo más importante, quizás, es preguntarte qué tan alineados están tus valores con los de ese amigo o amiga, y sobre todo, si entiende el negocio inmobiliario de la misma forma que tú.

Puede ser que sientas mucho afecto y además que sea una persona de tu absoluta confianza, pero a menos que tengas la seguridad de que se va a involucrar en el proyecto con el mismo entusiasmo que tú, es mejor conservar la amistad y seguir buscando a alguien más afín.

¿Está en un momento vital parecido al tuyo?

En ocasiones, el hecho de que cada uno de los socios tenga compromisos y responsabilidades familiares distintos, puede complicar las relaciones profesionales e incluso propiciar un resentimiento que a largo plazo puede afectar la amistad.

Tener más o menos la misma edad, experiencias formativas comunes, haber pasado tiempo juntos haciendo una actividad de larga duración, aunque sea lúdica ayuda a que la compenetración sea mayor y que hayan visto de primera mano cómo enfrenta el otro los momentos de estrés y dificultad.

El siguiente punto a considerar es la compatibilidad o no de las personalidades, y contrario a lo que puedes estar pensando, para que el negocio florezca hace falta que los amigos y socios tengan un carácter no necesariamente opuesto, sino más bien complementario.

De nada sirve que los dos penséis igual, estéis siempre de acuerdo, tengáis los mismos hábitos… porque lo que os ayudará a aprender y crecer personal y profesionalmente será ese intercambio de conocimientos, habilidades y formas de afrontar las dificultades.

El último aspecto que necesariamente tienes que plantearte es la posibilidad de que el estrés laboral y las tensiones en la oficina puedan socavar una amistad de años.

  • ¿Cuál es tu grado de confianza con esa amistad?
  • ¿Crees que podríais seguir siendo amigos aunque el emprendimiento no funcionara?
  • ¿Estás dispuesto a renunciar a su amistad en aras de la viabilidad de tu negocio?

Por mucho cariño que os profeséis, a veces las personas simplemente no pueden trabajar juntas sin conflictos, así que pon en una balanza tus ganas de triunfar y tu deseo de conservar a esa persona en tu vida para que calibres el riesgo con más precisión.

Amigas y socias, tres aspectos a considerar

Me gustaría hablarte del caso de mujeres inmobiliarias que han decidido unir sus fuerzas para emprender su negocio.

La perspectiva de construir juntas en este mercado puede ser tentadora, especialmente si se trata de una amiga con una amistad sólida de muchos años, pero para funcione, hay que sentar unas bases mínimas para garantizar el futuro de la relación y también de tu proyecto.

1. Comunicación abierta y honestidad

Si no eres capaz de confiar al 100% en lo que tu socia te dice, es mejor no tener un negocio juntas. Más allá de la diferencia de opiniones, que no solo no es negativa, sino que encima es deseable –aunque pueda ser desgastante en ocasiones–, debéis hacer un esfuerzo constante por comunicaros de forma muy abierta, empatía, claridad y honestidad.

En ocasiones una tendrá que exponer circunstancias negativas o arriesgadas que pueden poner en peligro el negocio, y la confianza debe ser tan profunda que la otra sea capaz de agradecer esa visión para enfrentar juntas el obstáculo, en lugar de que la diferencia de opiniones dé lugar a la confrontación.

2. Establecimiento de límites claros

A veces, el entusiasmo por el proyecto te envuelve en la vorágine de la faena diaria y suelen surgir dilemas y conflictos no previstos.

  • ¿Sabes cuáles son tus «líneas rojas» en el trabajo?
  • ¿Cuál es el límite de tu inversión económica, tu disponibilidad horaria y tu entrega al proyecto?
  • ¿Estás dispuesta a trabajar fines de semana aunque tu compañera no lo haga, porque tus circunstancias familiares son distintas?

Todas estas preguntas es mejor hacérselas antes para tener una idea más precisa de qué puedes esperar y qué no de tu socia.

3. Transparencia financiera

El dinero puede ser una fuente de tensión enorme en cualquier relación, y si encima te asocias con tu amiga, una discusión por honorarios o por cómo se gasta el presupuesto puede causar no solo una ruptura profesional sino una personal, quizás más dolorosa.

Es necesario acordar cómo se dividirán las ganancias y las pérdidas, y qué sucederá si una de las partes decide retirarse del negocio. De esta forma se pueden evitar resentimientos y malentendidos más adelante.

Para que conozcas más sobre cómo asociarte en el mercado inmobiliario sin peligrar la amistad, te dejo una entrevista que realicé a Diana Cuadra y Paloma Saldarriaga.

Son amigas hace más de 17 años y te cuentan cómo mantener el equilibrio de su relación personal y profesional en el sector inmobiliario a través de la agencia Remax Blue, su podcast Crónicas de un Equipo Inmobiliario Imperfecto y su equipo inmobiliario Yellow & Blue.

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