Unas personas más que otras, pero todos hemos pasado por momentos dolorosos que nos han marcado la vida.
La resiliencia es una valiosa clave para salir de un bache emocional, pero ¿qué es exactamente ser resiliente? Según la RAE, tiene dos acepciones:
- f. Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos.
- f. Capacidad de un material, mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbación a la que había estado sometido.
Si pienso en la pérdida de un ser querido, un grave accidente, una enfermedad complicada, una intervención quirúrgica delicada… me pongo en tu piel y pienso ¿cómo puedo yo aconsejarte nada si no puedo ni imaginarme tu dolor?
¿Me permites darte un consejo?
Si en tu mente se repiten las preguntas ¿por qué?, ¿por qué a mí?, ¿por qué a mi familia?, ¿por qué me tocan siempre los clientes malos?, ¿por qué a mí no me promueven?…
Pues lo siento, pero no tengo respuestas a tus preguntas. Pero sí me gustaría decirte que tengas mucho cuidado con tus pensamientos, porque el victimismo es supercontagioso y una vez te instalas en él, no ves la salida al final del túnel. Lo viví y créeme, no sacarás nada bueno de estar ahí.
Qué fácil es hablar cuando no estás sintiendo.
¡Sí, claro! ¿Y cómo salgo de esta espiral de emociones negativas? Estoy triste y no tengo fuerzas, ni sé cómo hacerlo –probablemente se te habrá pasado una frase parecida por la cabeza–.
Quiero ayudarte a despejar tu mente de pensamientos negativos repetitivos, así que aquí te dejo una de las claves, que igual, te ayuda a «darle la vuelta a la tortilla».
Medita.
Ya, me imagino tu cara –jajaja–, yo también puse la misma y la reconocerás si ves el video que te adjunto al final de este post en la entrevista con Lola Dominguez.
Lola nos recomienda empezar con poco. Por ejemplo, si estás cocinando, se trata de estar presente, darte cuenta de los ingredientes, los sonidos cuando cortas la comida, los olores…
Estar presente se puede volver en una costumbre bonita y placentera, porque pensando en el pasado solo conseguirás entristecerte y pensando en el futuro te provocarás una fuerte ansiedad.
Estar en el presente es disfrutar de las pequeñas cosas del momento. Del calor del agua de la ducha por las mañanas, del olor del pelo limpio de tus hijos, de los distintos verdes de los árboles, de la sonrisa de tu pareja…
A partir de ahora, en lugar de preguntarte ¿por qué a mí?, pregúntate ¿qué he aprendido de esta lección?
Con un objetivo es mucho más fácil ponerse en marcha.
A partir de ahora, es válido que te plantees una nueva vida. ¿Cuáles son tus sueños? ¿Qué quieres hacer? ¿A dónde quieres viajar?
Date permiso para estar triste porque es normal, pero por favor no te instales ahí durante mucho tiempo y ponte de inmediato con el objetivo de ser feliz y cumplir tus sueños.
Solo vivimos una vez.
Busca en Internet maneras nuevas y mejores de aprender. No te coartes de bailar, cantar, divertirte, apúntate a pilates, lee, pinta, haz yoga y teatro… cualquier actividad que te ayude a cambiar el chip que no te deja ser feliz.
Te recuerdo nadie estábamos preparados para un periodo de mucho miedo, angustia y dolor como ha sido el confinamiento por la COVID-19, sin embargo, mucha gente buscó y encontró formas de sentirse bien, de ver el lado positivo, de adaptarse.
Tengo amigos que me han dicho que ha sido el mejor momento de su vida, porque pudieron estar cerca de su familia y disfrutarla como no lo habían podido hacer antes.
La vida es increíble y tiene momentos preciosos.
Es cierto que hay otros tremendamente tristes, pero, aprovecharlos, vivirlos, sacar lo mejor de ellos nos toca a nosotros, y si estás leyendo esto, quizás necesitabas oírlo pero sí, quiérete mucho, cuídate mucho, sé resiliente y sigue adelante. ¡Te mando un abrazo enorme!
¿Cómo te fue a ti? ¿Me lo cuentas en los comentarios de este post?
Por último, me despido con la entrevista a Lola Dominguez, que estoy segura te encantará.
