Principios, secretos y estrategias de una mentalidad ganadora

Principios, secretos y estrategias de una mentalidad ganadora

¿Te despiertas por la mañana y tu primera preocupación es cómo generar más dinero, tener más empleados, conseguir una oficina más grande y mejor situada…? Hoy hablamos de principios, secretos y estrategias de una mentalidad ganadora.

 

A lo mejor te parece que esa es la clave del éxito y que no perder de vista tus objetivos y ser capaz de dimensionarlos y ponerles fecha para conseguirlos es justo lo que necesitas hacer para convertirte en un ganador.

Y no te culpo, ya que estamos cansados de escuchar mensajes que nos alentan a:

 

  • Levantarnos a las 5:00 am para ser más productivos.
  • Soñar en grande pensando en el coche que nos vamos a comprar a fin de trimestre.
  • Contar con la tecnología más rompedora para tener controlado al milímetro cada movimiento, decisión o idea que se nos pase por la mente para alcanzar nuestras metas.

 

Pero a lo mejor estamos empezando la casa por el tejado. Porque antes de presumir en redes sociales sobre el número de ventas que hacemos o los premios inmobiliarios que hemos recibido, necesitamos tener muy claro qué es lo que nos mueve y cuáles son los valores que guían nuestras acciones y decisiones día con día.

 

No se puede ser un buen profesional sin ser una buena persona

 

Da igual lo que digan las estadísticas de venta, hablamos de principios, secretos y estrategias de una mentalidad ganadora y el sector inmobiliario es una carrera de fondo.

No es posible triunfar a largo plazo si no se cuenta con una serie de valores que vertebren nuestra conducta y nuestra manera de proceder con clientes, proveedores y compañeros.

El más importante de ellos es la integridad: hacer siempre lo correcto no es sencillo, porque la tentación de coger un atajo que nos ahorre tiempo, dinero y esfuerzo está siempre ahí.

 

Pero si somos capaces de poner al cliente en el centro de todo y ver siempre por sus intereses, el panorama se despeja y no resulta tan difícil tomar decisiones que sean siempre beneficiosas, en primer lugar para él, pero también para nuestro negocio.

 

Otro valor notable es la generosidad: queremos ver una mejora en nuestros ingresos cuando nos planteamos trabajar en el sector inmobiliario, pero el secreto para conseguirlo es evitar que esto se convierta en nuestro único incentivo para trabajar, y pensar en:

 

  • cómo ayudar a los demás a conseguir sus sueños,
  • cómo impulsar a nuestros asesores a crecer en el negocio,
  • cómo compartir con otros compañeros nuestro conocimiento…

 

Estas son las claves para consolidar nuestro negocio en el presente y por consecuencia, recoger los frutos de este trabajo en el futuro.

 

Factores que definen una mentalidad ganadora

 

De todos los negocios que se emprenden en el sector inmobiliario, hay proyectos que tardan en despegar, otros que son un éxito relativamente inmediato y otros que no funcionan jamás.

Si asumimos que todos empiezan con el máximo de entusiasmo, que una buena parte de ellos cuentan con personas con formación, que el mercado es igual para todos… ¿qué es lo que marca la diferencia para el éxito o el fracaso?

Y aunque ya sabemos que valores como la integridad y la generosidad son lo mínimo exigible para hacer una carrera de largo recorrido en el negocio, hay 3 aspectos fundacionales en el camino hacia el éxito profesional con los que cuenta cualquier inmobiliario con mentalidad ganadora:

 

1. Se siente orgulloso de lo que hace

 

A pesar de que durante años el sector inmobiliario ha sido objeto de críticas, en parte por las malas prácticas en tiempos de la burbuja, y en parte por el desconocimiento del público en general, los inmobiliarios que triunfan son los que saben que el factor económico no es su máximo incentivo y han entendido que su trabajo se trata de ayudar a las personas a conseguir sus sueños.

 

Un agente que tiene vocación de servicio, que pone al cliente en el centro, que entiende que trata con personas y no con expedientes tiene la capacidad de conectar con los demás y transmitirles confianza para que sientan que están dejando la venta de su propiedad en las mejores manos.

 

Si el cliente percibe que el agente está orgulloso de su labor, que es un experto en su campo y que no le mueven solo los honorarios estará más dispuesto a dejarse aconsejar para comercializar su propiedad de la manera más eficiente posible.

 

2. Está preparado para dar un servicio excelente

 

El agente con mentalidad ganadora está siempre en un proceso de mejora continua. Lee, asiste a formaciones y congresos, busca la ayuda de un mentor y sobre todo su actitud es permanente, abierta al cambio y a cómo conseguir implementar sus conocimientos en beneficio de su cliente.

La excelencia pasa también por conseguir que la oficina funcione como un mecanismo de relojería suiza, y para ello es imprescindible establecer una serie de protocolos y procesos desde el primer contacto del cliente con una llamada, pasando por la valoración y las visitas hasta llegar a notaría, y mucho más allá, en el servicio postventa.

Este proceso toma su tiempo de implementación y es verdad que algunos agentes nuevos pueden encontrar complicado –y desesperante– apegarse a los protocolos cuando querrían lanzarse lo antes posible a la venta para generar ingresos.

Sin embargo, por difícil que resulte, hay que recordar que no se puede trabajar la excelencia desde una mentalidad de escasez; sobre todo en el caso de agentes autónomos, que deben contar con un colchón económico que les permita trabajar con comodidad hasta que puedan conseguir los beneficios esperados.

 

3. Nunca abandona su sueño

 

Cuando se habla de perseguir los sueños, hay muchos profesionales que ponen una cantidad en la cuenta del banco y un plazo para conseguirlo, pero en esta profesión la remuneración económica no debe ser la meta, sino la consecuencia natural de un trabajo bien hecho.

Es imposible cumplir un sueño si no sabemos realmente cuál es.

 

  • Para unos puede ser tener el reconocimiento profesional y compartir sus conocimientos con otros compañeros.
  • Para otros el sentir que pueden ayudar a sus clientes en la operación económica más importante de su vida.
  • Para algunos más que su trabajo, puede servir para dignificar la profesión inmobiliaria.

 

Sea cual sea el objetivo, esta motivación es la que debe sostener y guiar el trabajo que desempeñamos cada día. El camino puede ser largo, corto, con atajos, con desvíos, con pausas o con acelerones, pero es importante no perder de vista nunca el destino final en este viaje.

Las dificultades del camino, además, nos ayudan a trabajar la resiliencia, a conocer mejor nuestras debilidades y nuestras fortalezas y a hacer de la mejora continua nuestra única manera de trabajar, siempre al servicio de nuestro cliente.

 

A fin de cuentas, podemos ponernos todas las excusas que queramos pero lo único que diferencia a un ganador de un perdedor es que el ganador nunca deja de intentarlo.

 

No siempre vamos a generar beneficios económicos; a veces tendremos que aceptar derrotas temporales pero si cada día ayudamos, escuchamos, solucionamos problemas, cumplimos con lo prometido y fidelizamos a nuestro cliente, nuestro trabajo a la larga dará sus merecidos frutos.

Y nadie mejor para hablarnos de mentalidad ganadora que Javier Gaspar, gerente de GYM Inmobiliaria, cuya entrevista me encantará que veas.

 

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