Quejarte solo te impide avanzar para lograr tus objetivos.

Para muchos emprendedores, el simple hecho de levantarse conlleva mucha energía. Sus cargas son incontables, impuestos, nóminas, seguros, compromisos… pero quejarte solo te impide avanzar para lograr tus objetivos.


Día a día convivimos con nosotros mismos, nuestras dudas, debilidades, miedos… pero también con nuestras virtudes y fortalezas, aquellas que a veces cuesta decirlas en voz alta, porque no queremos que nadie se acompleje, o peor aún, te tilden de prepotente.

Sin embargo, un proyecto apasionante puede llenarte de ilusión, y puede hacer que esa carga sea menor. Sí, sí, pero, ¿y si ahora no es el momento?, ¿y si todo me va mal?, ¿y si no lo logro?

Las afirmaciones negativas te las acabas creyendo

¿Cuántas veces has escuchado decir a alguien, –claro, tú lo has tenido fácil–, o –es que a ti se te da bien, así todo se te facilita–? A mí me lo han dicho una barbaridad, y la realidad es que no, ni se me han facilitado las cosas ni mucho menos se me han servido en bandeja. 

Tengo que confesarte que yo también estuve mucho tiempo cómoda ubicada desde la queja ¡Es tan fácil! Te quitas toda responsabilidad autoconvenciéndote de que todo te pasa porque te falta x o y. Por eso puedo decirte con garantía que quejarte solo te impide avanzar para lograr tus objetivos en la vida.

Quejarse es quitarse toda responsabilidad. Vivir en la queja lo único que te hace es perder tiempo y sobre todo, dejar de tener ideas de cómo avanzar.

Si eres positivo, todo es más fácil porque así te lo propones, porque no importa el obstáculo y siempre tendrás predisposición para querer superarlo. 

Nunca olvidaré la reunión en la que un consultor de la franquicia vino a decirme que el bróker estaba pensando en cerrar la oficina. ¡Después de todo el esfuerzo que había dedicado a crearla!

Para mí fue un momento muy triste y de desesperación, pero entiendo que con pocos resultados, era cuestión de tiempo que cerrara.

¿Me di por vencida?

No, no me di por vencida. Ese mismo día en la reunión pedí ayuda al consultor, pregunté qué más podría hacer para poder tener resultados.

Un dato curioso es que al acabar la reunión, el consultor me preguntaba en qué pensaba, y le dije, –Sueño con una oficina a pie de calle, llena de agentes, con muy buen rollo, mucho aprendizaje y buenos resultados–.

El consultor sonrío y me dijo, –Si puedes soñarlo, puedes hacerlo–. Y algo cambió dentro de mí. Me sentí feliz, y mi confianza y autoestima subieron como la espuma.

Hoy te puedo decir que ¡lo logré!, o más bien, ¡lo logramos!, porque no fui yo sola, fue el trabajo de todas las personas que conforman mi equipo.

Te invito a ver la entrevista que realicé a Susanna Artó, para hablar de Positividad. ¿Qué puedo hacer? Déjate de teorías, aquí escucharás consejos prácticos.

 

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Comparte:

Buscar
Ser agente inmobiliario

Empieza tu carrera profesional con RE/MAX Urbe II y consigue vivir de por vida como agente inmobiliario.

Últimos Podcasts

Lo último del blog

Scroll al inicio