Resiliencia es la capacidad de adaptación frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos, perfecta para crecer y desarrollar al máximo tu potencial.
El camino que lleva a la resiliencia no es un camino fácil, sino que implica un considerable estrés y malestar emocional, a pesar del cual las personas sacan la fuerza que les permite seguir con sus vidas frente a la adversidad.
Más que una actitud, es una manera concreta de afrontar los problemas y la capacidad de resurgir, e implica una serie de conductas y formas de pensar que todos podemos aprender y desarrollar.
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Uno de los factores más importantes en la resiliencia es tener relaciones que aporten confianza, modelos a seguir y que ofrezcan estímulos y seguridad.
Además, este proceso sirve para reestructurar la mente siendo así no solo una oportunidad de sobreponerse a las adversidades, sino para utilizar esas situaciones para crecer y desarrollar al máximo tu potencial.
Por ejemplo, Steve Jobs fue un claro ejemplo de persona resiliente. A lo largo de su vida, supo reponerse a las adversidades personales y profesionales para convertirse en uno icono de la tecnología, y un ejemplo a seguir para muchos.
Su camino no fue fácil ni estuvo exento de adversidades, como se puede ver en su discurso en la universidad de Stanford en 2005, pero fue capaz de reponerse, de ver oportunidades donde otros quizá solo hubieran visto fracaso y hubieran abandonado.
A veces la vida te da con un ladrillo en la cabeza. No pierdas la fe. Steve Jobs.
Aprovecha esa capacidad que todos tenemos para ser resilientes. Afronta los cambios y las adversidades con actitud positiva, humor y confianza en ti. Usa la resiliencia para reponerte y resurgir más fuertes. No lo olvides, resiliencia para crecer y desarrollar al máximo tu potencial.