Secretos para tener una mentalidad de inversor inmobiliario
Antes de sacar la calculadora para hacer números, conseguir créditos y visitar propiedades con alta rentabilidad, el inversor inmobiliario que quiera triunfar debe contar con una serie de características personales, habilidades y estrategias de base para apuntalar sus proyectos, minimizar sus riesgos y, en general, desarrollar una carrera de fondo que le permita garantizar un futuro económico brillante y sin sobresaltos.
Hay dos consideraciones imprescindibles a tomar en cuenta antes de aventurarse a emprender una inversión inmobiliaria. La primera, que invertir no es opcional, sino obligatorio; una persona con un salario o una única fuente de ingresos estable es incapaz de sacarle ventaja a la inflación, por mucho que se empeñe: invariablemente los ingresos serán insuficientes para mantener el mismo nivel de vida.
La segunda condición que no se puede perder de vista es que, habiéndose elevado la esperanza de vida en las últimas décadas, tenemos por delante muchos más años tras la jubilación -con los ingresos reducidos- para seguir cubriendo nuestras necesidades. Sin una alternativa viable establecida en los años previos al retiro, será imposible tener un nivel de vida similar al que hemos disfrutado hasta ese momento.
Eres tu propia empresa
Visto que tener un golpe de suerte como una herencia millonaria o ganar la lotería son acontecimientos altamente improbables, debemos rendirnos a la evidencia de que nuestra única alternativa sólida es la inversión, que es a lo que debemos dedicar nuestros esfuerzos, a nuestra propia empresa, es decir: a nosotros mismos.
No hace falta montar un despacho ni contratar un asistente para operar como una empresa; si estamos solos tendremos una empresa unipersonal, y si tenemos familia, serán ellos nuestros compañeros para este emprendimiento. A partir de ahí debemos pensar en cómo hacer crecer nuestra empresa, cómo poner el dinero a trabajar para nosotros y cómo alcanzar los objetivos económicos que nos planteamos.
Sin embargo, el éxito nos será esquivo hasta que seamos capaces de contestar a una serie de preguntas esenciales: ¿qué es lo que queremos? ¿cómo lo queremos? ¿qué estamos dispuestos a hacer para conseguirlo? Es imposible avanzar si no tenemos una dirección concreta a dónde dirigirnos y si no nos hemos comprometido a seguir hasta el final, a pesar de todo.
Y si bien saber a dónde nos dirigimos es tener la mitad del camino hecho, la otra mitad requiere un alto grado de conciencia y fe en nuestras propias capacidades que es imprescindible para encender el motor de nuestras inversiones: el autoconocimiento y el automerecimiento tienen que convertirse en fuertes hábitos en nuestra vida.
Cinco consejos para triunfar en tus inversiones (y en tu vida, ya de paso):
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Piensa a lo grande:
¿Crees que una rentabilidad de 10% es demasiada? ¿Y por qué no 20%? Sinceramente, cuesta el mismo esfuerzo mental agregarle algún cero a nuestras potenciales ganancias y de paso abrirnos a las posibilidades de triunfar a lo grande. Ya se encargará el mercado, las circunstancias que te rodean y el calendario de moderar tus expectativas, si fuera necesario, ¿por qué te ibas a limitar tú también?
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Trabaja duro al principio… y delega después.
No, no vas a dejar de trabajar (por lo menos no al principio), pero conforme avances en tu proyecto te darás cuenta de que necesitas ayuda para hacer aquellas cosas que te consumen un tiempo y una energía que podrías estar utilizando para hacer lo que verdaderamente te hace feliz y para lo que eres bueno. ¡Delega! Rodéate de un buen equipo de especialistas que te ayude a llegar más pronto a tus objetivos.
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Ignora a los detractores.
Estás pensando a lo grande, tienes muy clara tu valía y sabes que tu negocio va a despegar… pero a tu alrededor, incluso con la mejor de las intenciones posible, tu familia y tu entorno te advierten de que “estás arriesgando demasiado” “no hace falta dedicarle tanto tiempo” “es imposible que puedas ganar mucho más”. No puedes perder el impulso y flaquear cuando tú sabes perfectamente que mereces eso y más, así que no hagas caso a estos comentarios, aunque en muchos casos vengan desde la preocupación y el cariño.
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Disfruta del proceso.
Al principio van a ser 8, 10, a veces 12 horas… si no disfrutas de lo que haces se te va a hacer eterno y en casa te lo van a notar en el humor, la energía y los ánimos. Encuentra aquello que te haga feliz, que te apasione y te haga crecer y aprender y verás como la carga de trabajo, aunque sea considerable, no se te hace tan pesada. ¡No pierdas la ilusión!
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Ármate de paciencia
. Esto es una carrera de fondo y habrá momentos en que tengas bajones porque las cosas no salen como tú esperas. Recuerda que el universo tiene la última palabra y aunque estés haciendo todo bien, la recompensa a veces se hace esperar. ¿Te digo un secreto? Incluso si el premio que esperamos no llega, el proceso que hemos emprendido y la paciencia que demostramos nos hará mejores personas, y solo por eso habrá valido la pena.
Distintos tipos de inversiones que te pueden interesar:
- Inversiones de apalancamiento, es decir, utiliza tus ahorros o la ayuda de un socio capitalista para iniciar tu negocio.
- Inversiones de interés compuesto: reinvierte el interés de lo que ganes, sin arriesgar el capital.
- Ingreso pasivo recurrente: invierte en garajes o propiedades que te den rentas periódicas con un consumo de tiempo moderado
- Inversiones diversificadas: no pongas todo el capital en el mismo sector, para minimizar el riesgo.
- Inversiones en mercados emergentes en tendencia, como criptomonedas, etc. Siempre con un límite del capital con el que no contemos para nuestros gastos corrientes.
Al final, no podemos olvidar que la base de cualquier inversión es el ahorro, y para poder construirlo hay que ser capaces de controlar los impulsos por consumir, preguntándonos si realmente lo necesitamos, si nos lo podemos permitir, y de qué manera ese gasto va a mejorar nuestra vida. Con una actitud positiva, una mentalidad austera y centrada, agradecimiento por lo que tenemos y un compromiso para ayudar a los menos favorecidos, tendremos el cóctel perfecto para convertirnos en un inversor exitoso, que disfruta de lo que hace y que consigue las metas que se ha planteado, por ambiciosas que sean.
Y quién mejor que Javier Gaspar, inmobiliario, inversor, motivador, escritor para hablarnos de este tema con experiencia, pasión y visión de futuro, cuya entrevista te invito a ver porque estamos seguros de que hay mucho que podemos aprender de sus palabras. ¡Que la disfrutes!
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