Casi con lágrimas en los ojos por el ejemplo que significa para mí, quiero contarte una historia verídica de fuerza, unión y pasión, vivida en mi oficina.
Como cada mes, empezamos la reunión de equipo con muy buena sintonía, presentando el producto estrella de cada agente, haciendo dinámicas de grupo muy divertidas y con mucho sentido de lo importante, estar todos juntos.
Y en eso, se me ocurrió soltar un órdago, y con mirada retadora les dije, –si llegáis a 100 exclusivas a fin de mes, os invito a comer a un restaurante de lujo–.
Entre todos intercambiaron miradas de ánimo, nervios, compromiso, y aceptaron el reto. ¡Y vaya si lo aceptaron! Todos se pusieron a trabajar, a dar lo mejor de sí, a apoyarse y motivarse…
Llegaron dos personas nuevas al equipo que sintieron esa energía y empezaron a conseguir entrevistas. Mucha gente necesita nuestra ayuda para vender o alquilar sus propiedades, y aquí estamos nosotros.
Obvio, el esfuerzo fue increíble porque hubo también ventas que disminuían el conteo. Por otro lado, Edurne, la coordinadora, ha estado magistral. Trabajando a toda velocidad para que las propiedades estuvieran en el sistema sin errores, porque no por no tener cantidad, disminuimos en calidad.
Hoy, llena de satisfacción y sintiéndome como una madre cuyo hijo recibiera un alto reconocimiento, te puedo decir que he pagado la cuenta del restaurante muy a gusto. Son agentes asociados independientes, pero juntos son la bomba.
ESTOY MUY ORGULLOSA DE TODO NUESTRO EQUIPO. ¡¡¡GRACIAS!!!